In memoriam: Lupita Mora in De Gasperin
Familia De Gasperin Mora: Melisa, Adriana, Virgilio y Jimena con Lupita y Adrián, por supuesto,rodeados de flores. Ataúd que Lupita mandó a hacer, con el crucifijo conteniendo reliquia de San Rafael Guízar y Valencia que Mario De Gasperin, obispo emérito de Querétaro le obsequió.Lupita Mora in De Gasperin: Coetzalan Pue., 17 de febrero de 1965 – Rancho San Felipe, Córdoba, Ver., 1 de junio del 2019.El sábado 1 de junio del 2019 Lupita entregó su alma al Creador. Siempre tuvo la certeza de que la muerte no es el punto final, no es otra cosa que volver a la casa del Padre, volver a Dios. En la hermosa y emotiva homilía del Padre Eloy Solís Olguín su confesor y guía espiritual, entre otras cosas mencionó que Lupita entregó su alma al Creador en sábado cuando festejamos a nuestra Madre y su funeral en domingo, el día de la Ascensión del Señor, por ello y por la visión que Lupita tenía de la muerte, las lecturas fueron las del domingo y los cantos de alegría y esperanza. Decía el Padre Eloy que en una ocasión Lupita le dijo: no me está gustando la voluntad de Dios, pero la acepto y jamás desesperó ante los enormes sufrimientos que su enfermedad le ocasionó durante un año, al contrario, los ofreció por la santidad de los sacerdotes y por su familia. También dijo el Padre que Lupita no le temía a la muerte, le dijo: ya tengo todo listo, mandó a hacer su sencillo ataúd y la urna para contener sus cenizas, además dejó una carta a su esposo e hijos en donde indicaba los por menores para su funeral así como encargos muy especiales que dejaba a su familia. Al final de la misa, cuando el padre Eloy bendecía su ataúd, visiblemente emocionado hasta las lágrimas, sus compañeros franciscanos entonaron el canto Señor, hazme instrumento de tu paz de la oración de San Francisco de Asís, santo de su total devoción, su florería lleva su nombre y amó al campo y las flores como San Francisco, con su trabajo apoyó para poder darle a sus hijos una buena preparación universitaria. Tuvo el gusto en compañía de su cuñada y amiga Dora María visitar Asís en Italia y estar en los lugares por donde transcurrió la vida del más santo de los poetas y el más poeta de los santos, San Francisco. Finalmente quiero destacar las tres cosas que marcaron su vida: su honestidad a toda prueba, el amor a su familia y el incansable trabajo. Todavía el 14 de febrero dirigió la elaboración de los arreglos florales por el día de la amistad no obstante su deteriorada salud. Lupita ya descansa de todas sus fatigas y dolores, ahora será el ángel que seguirá guiando los pasos de su esposo e hijos. |
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