Nostalgia
Puede ser que el día nublado y lluvioso me haya puesto nostálgico; sin embargo comparto con ustedes un foto montaje de mi papá Don Ernesto De Gasperin Gris majando café en el Rancho San Felipe; bien pudo ser el tio Modesto, Delfino, Raimundo, incluso alguno de los primos mayores. Rubén me platicó que en varias ocasiones preparó café con el mortero y mazo que aparece en la foto. Por cierto, el mazo hecho por Don Neto de un árbol llamado Bálsamo tiene inscrita la fecha de 1949. El niño que aparece con Don Neto es Virgilio, hijo de Adrían De Gasperin. Después de "majar" el café pergamino, con un abanico se separaba la cascarilla. Después se tostaba en un tostín manual para después extenderlo sobre unos costales para que quedara el tostado uniforme. Finalmente en un molino de mano se molía el café para prepar el café de olla. Ernesto De Gasperin Sampieri, Córdoba, Ver., 1 de noviembre del 2008.
José Benigno Zilli Mánica: 50 años de sacerdote
El 26 de octubre en la iglesia El Dique de Xalapa, Ver., (México) celebraremos con gran alegría los primeros 50 años de vida sacerdotal del Padre Dr. José Benigno Zilli Mánica. Gracias a él, los descendientes de la colonia italiana pudimos conocer los orígenes de cada una de las familias y con ello muchos hemos podido obtener la doble ciudadanía (mexicana e italiana).
Su existencia comenzó aquel 30 de junio de 1934 en Tepatlaxco, Ver., (cercano a la ciudad de Córdoba) donde nació, dicho prosaicamente, o vio la luz primera dicho de manera tan trilladamente poética. De su preparación y capacidad intelectual nadie duda: se licenció en Filosofía en 1955 por la Universidad Gregoriana de Roma, y se doctoró en dicha disciplina, en 1960, por la Rheinische Friedrich Wilhems-Universitat de Bonn, Alemania; en 1969 obtuvo la licenciatura en Teología por la Universidad Gregoriana.
Tan cura como maestro, su carrera eclesiástica la comenzó en 1947 en el Seminario Conciliar de Xalapa y la continuó en España e Italia. Después de sus estudios doctorales en Alemania, se incorporó, en 1960, como maestro y guía espiriual de los jóvenes latinos del Seminario de Xalapa. Por el reconocimiento de su preparación académica, lo llevaron a ser postulado como catedrático de la Universida Veracruzana en la Facultad de Filosofía y Letras en 1966; llegó incluso (a pesar de su investidura eclesiástica, dirían otros no sin cierto recelo, ignorando que lo que no está prohibido por la Constitución Política está permitido) a ser Director de la misma, allá por el año de 1989 hasta el más reciente de 1994. No sólo eso, impulsó la fundación y fue el primer coordinador de la Maestría en Filosofía de la U.V. (1995 - 1997). Al jubilarse el 2 de marzo de 1998, no sólo dejó un buen número de alumnos y de exalumnos de dicha facultad sino de otras más donde impartió en algún momento sus conocimientos: en Historia, en Letras, en Pedagogía, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y en el Instituto de Psicología y Educación. Se jubiló de la Universidad Veracruzana pero no de sus otras actividades. Su ministerio sacerdotal y su vida académica en el Seminario Conciliar de Xalapa han seguido desde entonces con la misma pasión y entrega que siempre les dedicara a la par de sus actividades intelectuales en la Universidad. Incluso se podría decir que aprovechó los ámbitos universitarios para ejercer su ministerio, no debe ser un intelectual cristiano, máxime si es sacerdote. Parafraseando unas palabras suyas del discurso de agradecimiento al homenaje que, junto con los maestros Octavio Castro López y María del Rosario Amieva, le hiciera la Facultad de Filosofía de la U.V., y a la que se unieron otras instituciones, diría de él: "Es un cura, sí, pero no de esos de misa y olla. Es un intelectual, y por eso quiere entenderlo todo. Más no quiere para sí sólo los conocimientos y por eso ayuda a los demás a intentar buscarlos por ellos mismos, pero con la ayuda desinteresada y benigna de parte suya. Es un ser humano y probablemente se haya equivocado algunas veces y haya cometido errores, pero siempre es sincero en sus afanes".
En relación con la palabra escrita, bastante extensa por cierto, haremos mención sólo de la parte ligada a su origen y a su historia personal y familiar, la tarea de rescate de la historia de los inmigrantes italianos en México comenzó con la publicación de su libro Italianos en México (Xalapa: Ediciones San José, 1981) y continuó con las obras que son ya referente obligado para los especialistas del tema: Braceros italianos para México (Xalapa: Universidad Veracruzana, 1986) en la cual se narra entre otras cosas la primera huelga documentada en México y no como nos dicen que fue la de Río Blanco, Ver. En 1989 publica Llegan los colonos! (Xalapa: Ediciones Punto y Aparte), La Villa Luisa de los italianos (un proyecto liberal) (Xalapa: U.V., 1997), y La Estanzuela (historia de una cooperativa agrícola de italianos en México) (Xalapa: Editora del Gobierno del Estado de Veracruz, 1998).
Muchos somos, sin embargo, los que nos vanagloriamos de haber tenido por maestro y amigo a este cura, filósofo, teólogo y humanista que es el Dr. José Benigno Zilli Mánica. (José Luís Martínez Morales).
Matrimonio de Emma Olvera
En un ambiente de gran alegría se celebró el 4 de octubre del 2008 en la ciudad de Córdoba, Ver. (México), la boda de Emma Olvera De Muner y Jonathan Hoschstrasser. Deseamos sinceramente que la alegría que se respiró tanto en la celebración religiosa así como en el convivio, se prolongue por toda la vida de los contrayentes. En la foto con los nuevos esposos: Ernesto De Gasperin, Luz María Limón, Tere Martínez, Rodolfo De Gasperin, Alvaro y Lili De Gasperin. En la segunda foto con el papá de la novia, Dr. Mario Olvera De Gasperin: Rodolfo, Alvaro y Ernesto De Gasperin, Ramón Gutiérrez De Gasperin y Enrique De Gasperin.

Reflexión sobre la vida y el aborto.
Mario De Gasperin Gasperin: Obispo de Querétaro (Méssico).
Reflexión sobre la vida y el aborto.
Había más verdad en la palabra de fuego de Juan el Bautista que en las bocas lisonjeras de los cortesanos del palacio y fortaleza de Maqueronte, capitaneados por Herodes y Betsabé. Los bienes del espíritu no se miden por el número de adherentes sino por la coherencia de la razón y conducta de la persona con la realidad de las cosas. No siendo la verdad asunto de mayorías, la lección de sabiduría jurídica, acompañada también por su fe, que rindieron los tres Magistrados que protegieron la vida inicial del inocente en el seno materno en la Suprema Corte de Justicia, fue de mayor peso moral y social que el coro de los ocho oponentes, apoyados por los cronistas aplaudidores de siempre. Las falacias jurídicas y legalistas traerán graves consecuencias no sólo para los inocentes no salidos a la luz, sino para toda la sociedad que silenciosa, temerosa o consentidora, presencia la danza sobre las cruces del cementerio.
El multitudinario reclamo de la marcha ciudadana exigiendo respeto a la vida humana y el destierro de la reinante impunidad, recibe aquí un sofocón grosero desde el máximo tribunal de la nación. La ley que pretende ser la que constituye, da firmeza y consolida un conglomerado humano multiforme llamado nación y que no es capaz de garantizar la vida del inocente indefenso, lleva en su seno el germen de la destrucción; jamás será capaz de contener el tropel de los violentos por más violencia que les oponga. Al crimen se podrá oponer la fuerza, pero sólo se vencerá con la verdad y con la razón. La vida se defiende toda entera, no por partes. Aborto, racismo, eutanasia, pena de muerte, manipulación de embriones humanos, desnutrición, secuestros, contaminación ambiental, etc., se entrelazan y oponen al cosmos, al todo armónico salido de la palabra creadora de Dios. La vida se da, se recibe y se protege toda entera; no admite selección ni partición, sino que reclama integridad y compromiso total. El Evangelio de la vida no es un menú para escoger, según el gusto o el apetito del cliente, sino compromiso con el don de la vida en su totalidad, en cualquiera de sus manifestaciones, incluyendo la vida del espíritu.
Esta verdad responde a la profunda unidad interior del ser humano, que debe reflejarse en su conducta y protegerse en su estatuto legal. Sin esta coherencia interior y su reflejo en el exterior, la persona humanas se vuelve esquizofrénica, contrapuesta y violenta. Cuando el vientre materno se torna recinto de riesgo, se está declarando la guerra a la humanidad. Esta unidad íntima de la persona humana tiene que ver con la conciencia moral, que no se forma de opiniones sino de convicciones, que no se construye a base de sentimientos sino de principios y se fortalece en la práctica de cada día. La conciencia moral universal proclama que permitir una muerte inocente es sembrar violencia en su familia, en el barrio y en la humanidad. Formar la conciencia moral debe ser el cometido primario de toda educación; lo demás vendrá como añadidura. Los asuntos humanos son primero asuntos morales, relacionados con el bien y el mal, y luego asuntos políticos. Como aquí se han invertido las cosas, hemos retrocedido en humanidad.
Los derechos humanos no se protegen por separado, buscando equilibrio legalistas a base de peregrinas interpretaciones subjetivas. Privilegiar unos derechos en detrimento de otros, es dividir a la persona humana y lesionar la naturaleza unitaria de la humanidad. Los derechos humanos son de todos, para todos y en todas las circunstancias. Nuestro canto es que viva la vida, que vivan los dos, que vivamos todos, porque la gloria del Dios es que el hombre viva. Una interpretación legalista de los derechos humanos, los convierte en mercancía política y en tráfico de intereses, que lesiona la razón, la dignidad humana y la paz social. El atropello sufrido ha sido no sólo moral sino mortal para la democracia, para la igualdad sustancial del ser humano, para todos. El lugar donde se generan los derechos humanos no es el palacio de Herodes, sino la intimidad profunda y unitaria de la persona humana, su irrenunciable dignidad y su conciencia moral. Desde la mazmorra del palacio de Herodes, Juan el Bautista sigue defendiendo la justicia y proclamando la verdad.Querétaro, _Qro., Agosto del 2008. |